miércoles, 30 de enero de 2013

Hoy



A veces nos aferramos demasiado en mirar hacia adelante, pensar en el mañana, planear un futuro, imponernos objetivos. Compramos una agenda para todo un año, adelantamos el reloj para no llegar tarde a los sitios, perdemos las horas soñando despiertos imaginando como será nuestra vida en unos años, cómo será encontrar todo aquello que buscas, cómo será cumplir todas tus metas. Pero nos olvidamos muchas veces que aquello que ahora buscas quizás no es lo que necesites mañana, y nos acojonamos al más mero cruce de esquina, al primer cambio brusco, a cualquier toma de decisión importante porque el futuro está muy bien si, pero eso, como futuro. Ya mejor mañana.

Otras, en cambio, vivimos atados a nuestro pasado, hacemos balance de manera inexorable, sumamos momentos y restamos errores, tratamos de cuadrar nuestro presente sin darnos cuenta de que se nos está escapando de las manos, mientras miramos atrás y nos maldecimos por un ayer que ya no nos espera, una palabra mal dicha o aquellas que nunca dijimos. Miles serán las veces que oigas eso de “el pasado, pasado está” pero te empeñas en retorcerte sobre él y volver, y revolver, en pensar y en reinventar, como si así consiguiésemos que ese punto final se convirtiese en suspensivos, o como si el demasiado tarde de repente  un día amaneciese en pronto. 

Nos empeñamos tanto en mirar hacia adelante y nos asusta tanto mirar atrás, que a veces nos olvidamos de mirar a nuestros lados, a la derecha o a la izquierda, a nuestro presente, a las cosas que nos acompañan, muchas, sin ser lo que buscabas, ni para ayer, ni para mañana, pero que han terminado siendo todo lo que necesitas hoy.


Texto: Natalia Huertas
Foto:  Onurkorkmaz

6 comentarios:

  1. Ni está el mañana, ni el ayer escrito... decía aquel humilde profesor de instituto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. A mí me asusta más mirar hacia adelante que hacia atrás.

    Gracias por tu comentario ;)

    ResponderEliminar
  3. La cuestión sería mirar hacia atrás poco pero atento para impulsarte hacia delante con ganas y alegría. Y así crecer y crecernos disfrutando de hoy. Sin caer en la meláncolía y en la ansía ... que difícil.
    Buena reflexión. Dan ganas de comerse el mediodía. :)

    Una sonrisa fuerte e intensa aqui y ahora.

    ResponderEliminar
  4. Somos seres extraños..
    Fan fan

    ResponderEliminar
  5. Supongo que a veces miramos demaisado, y no nos oímos nada.

    ResponderEliminar
  6. Cuando le preguntaban a Stephen King cómo escribía sus libros, él contestaba que "palabra por palabra". Creo que lo mismo se puede aplicar a la vida. ¿Como vives tu vida? Día a día. Sin mirar adelante ni atrás, solo a los lados y a mis zapatos.

    ResponderEliminar

No olvides firmar tu comentario: