martes, 13 de enero de 2015

Seguir avanzando.


La gente cambia. Tú cambias. No eres la misma. No buscas las mismas cosas y mucho menos necesitas lo mismo. Algunos le llaman hacerse viejo, a mi me gusta llamarlo "avanzar".

Avanzamos, sin saber bien a donde, pero avanzamos. Caminamos, tomamos decisiones, a veces nos equivocamos y a veces acertamos, pero lo cierto es que con cada paso nos convertimos poco a poco en la persona que somos en este instante.

Avanzamos, y las largas noches bailando te parecen agotadoras, una noche de cine o una cena en casa empieza a parecerte el mejor plan para este fin de semana, que el cuerpo se resiente y ya no te merece tanto la pena...

¿Merecen la pena? Es una de las preguntas que más te haces ante la gente que te rodea. Y es que tu concepción sobre la amistad cambia. Cambia el día que empiezas a entender el verdadero significado de la palabra. Te das cuenta que tus amigos de toda la vida no lo son por simple azar, y afianzas lazos con aquellas personas que aparecieron, tarde, pero que también avanzaron, y lo hicieron a tu lado. Y lo mas importante, aprendes a notar la toxicidad de ciertas personas que un día te divirtieron, si, pero ya no buscas diversión, buscas valores.

Avanzamos, y, a pesar de lo que una puede creer al principio, los miedos no sólo no desaparecen, se hacen más grandes. De hecho, miras hacia atrás y aquellas cosas que te preocuparon ahora te parecen nimiedades. Hoy, tu presente te golpea en la cara y el futuro te susurra cada vez más cerca. Y no es que los tiempos se acorten es que el tiempo, ya lo dicen, es relativo. Los miedos ya no son monstruos imaginarios que viven debajo de tu cama, ahora son reales, te quitan el sueño igualmente, pero no desaparecen con un simple abrazo de tu madre.

Pero hemos avanzado, y el camino nos ha dado las armas suficientes para levantarnos cada día y enfrentarnos a esos miedos. El arma es la experiencia, el aprendizaje, los errores que corregimos. El arma son las personas que estaban, las que se quedaron y las que elegiste tener a tu lado. El arma es tu valor, tu fuerza y tus ganas.

El arma eres tú. Y esta es tu batalla: seguir avanzando.

Avanzar. Ese es mi propósito para 2015.


Bienvenidos de nuevo a Mientras Lennon Duerme.
Prometemos volver para quedarnos.


Texto: Natalia Huertas
Foto: Sara Wallas
Canción para acompañar el camino: A Great Big World - This is the new Year.


3 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes. Y que bien escribes, coño.

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  2. Cuando se incorpora el ¿Merece la pena? como forma de vida es cuando se avanza con eficiencia.
    Tambien lo he ido aprendiendo hace poco.
    Me gusta tu vuelta.
    Una sonrisa con impulso

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  3. No sé, no sé... Visto lo visto, me voy a quedar un ratito en el albergue, al lado de la lumbre. Ya te alcanzo, si acaso.
    Abrazos, siempre

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