Dentro
las palabras, el vértigo y el miedo;
tan sólo miedo.
Dentro de mí,
las náuseas, las entrañas, y este frío;
tan sólo frío.
Las paredes que me separan,
los muros que me frenan,
los precipicios a los que me asomo...
Todo,
todo está tan sólo dentro.
Y esto que te cuento
cuando me preguntas qué es a lo que temo:
las dudas,
la incertidumbre, el mareo.
Tú bien lo sabes, todo,
todo está tan sólo dentro,
dentro de mí.
Así que ya es hora,
es hora de dejar de escrutar los errores,
y empezar
a vivir los aciertos.
Ya es hora,
es hora de saltar.
Texto: Natalia Huertas
Siempre es hora de saltar. Solo que a veces nos cuesta levantar los pies del suelo.
ResponderEliminarHora de vomitar y de volverse a comer la vida a cachos rumiando para asegurarnos buena digestión si hace falta!!
ResponderEliminarDeberiamos tener dos estómagos!
Una sonrisa desde la sierra, morena!